Ante la pandemia originada por el Covid-19 que ha ocasionado una profunda crisis de carácter sanitario, económico y sociolaboral en todo el mundo, las organizaciones que representamos mayoritariamente a los trabajadores y a las empresas en Asturias, FADE, CCOO y UGT, hemos decidido centrar todos nuestros esfuerzos en abordar conjuntamente y en el ámbito del Diálogo Social regional, medidas para hacer frente a la crisis del coronavirus en nuestra comunidad.
En primer lugar, queremos reconocer el trabajo que están haciendo y trasladar nuestro agradecimiento y afecto a todo el personal sanitario, sociosanitario y de apoyo que, con su trabajo y dedicación, están manifestando un comportamiento ejemplar. También a todas las personas que están prestando bienes, servicios, abastecimientos y protección al conjunto de la ciudadanía en estos difíciles momentos.
En este contexto excepcional, los agentes económicos y sociales hemos unido nuestras fuerzas en la misma dirección y con un mismo objetivo: luchar contra esta pandemia y sus efectos que están siendo devastadores en términos de salud, pero también en el empleo y la actividad de empresas y autónomos.
Nuestra prioridad es que se frene la expansión del virus y que se recuperen las personas afectadas, evitar el cierre de empresas y despidos y proteger a los más vulnerables desde el punto de vista social, económico y sanitario.
En este sentido hemos presentado un conjunto de medidas al Gobierno de Asturias con el fin de abordar y frenar los daños económicos y laborales, estableciendo e impulsando los medios y ayudas que tengan una incidencia directa en el mantenimiento del empleo y de las empresas, así como de la actividad productiva.
Actuaciones que deberían estar tuteladas por un Comité tripartito (Gobierno del Principado de Asturias / UGT y CCOO / FADE) de gestión conjunta del estado de alarma y entre las que se encuentran: medidas para evitar problemas de liquidez y de circulante en las empresas; refuerzo, revisión y creación de nuevas líneas de ayudas a las empresas con dificultades; reforzar el papel de los centros tecnológicos; asegurar equipos de protección individual frente al Covid-19 a los trabajadores y habilitar líneas de ayudas para ello; seguimiento y vigilancia de los ERTEs; medidas en materia tributaria; alternativas para evitar cierres de actividad y pérdidas de empleo, así como actuaciones en el ámbito de las prestaciones por desempleo. Todo ello, exige simplificar y agilizar procedimientos para no llegar tarde a la hora de atender las necesidades.