El impacto social en las empresas de Asturias

Palanca de legitimidad, eficiencia, financiación y talento

Nuestra sociedad, a través de sus representantes elegidos democráticamente, ha consensuado una serie de prioridades a las que tenemos que dar respuesta. Hoy se denominan Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y tenemos una agenda apretada para su consecución en 2030. Los últimos informes nos dicen que solo el 17% de estas metas está en vías de alcanzarse. La ciudadanía, cada vez pide más cuentas a todas las organizaciones en su logro y hace elecciones más conscientes. Organismos y administraciones públicas regionales, nacionales y europeas elaboran marcos normativos que regulan la recogida y divulgación de estos datos. La financiación pública y privada quiere ver un retorno sostenible, por eso cada vez invierte más y mejor en aquellas iniciativas que hayan demostrado un impacto positivo en las personas o el planeta.

La oportunidad del impacto social

Las estrategias ASG (Ambiental, Social y de Gobernanza) basadas en rellenar casillas, y en un enfoque orientado a prevenir o revertir el daño en las personas o el planeta, no están a la altura de la transformación urgente y sistémica que se necesita. La sociedad mira a las empresas y confía en ellas más que en los gobiernos o medios de comunicación para promover las mejoras necesarias para nuestros retos globales.

Visibilizar el valor que las empresas crean en la sociedad a través de la mejora en la vida de las personas, (ya sean equipos internos, cadena de valor, personas consumidoras, beneficiarias, o comunidades en las que se inserta una empresa) es una oportunidad inestimable de:

  • Ganar legitimidad – Respondiendo a la creciente demanda de los consumidores,  mejorando la credibilidad de cada intervención, respondiendo al propósito social de toda empresa, creando una ventaja competitiva.
  • Mejorar la eficiencia – Mejorando la toma de decisiones, reduciendo riesgos y costes, pensando en el largo plazo.  
  • Atraer financiación – Incrementando la confianza de los inversores, respondiendo al nuevo orden del mercado financiero.
  • Crear y retener talento – Proporcionando trabajos con sentido que comprometen más y fomentan el orgullo de pertenencia.

Personas alcanzadas no es impacto social

¿Por qué muchas empresas aún no han explotado esta enorme oportunidad de medir y mostrar su impacto social? Porque aún se interpreta el impacto social como las personas alcanzadas por las intervenciones o la inversión de la empresa, y esto no dimensiona el valor que se aporta.

Fue un científico español, que lleva más de treinta años liderando internacionalmente la creación y desarrollo del concepto de impacto social, quien coordinó el grupo de expertos de Comisión Europea que lo definió como “la mejora de la sociedad y la ciudadanía en relación con sus propios objetivos (como los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas)”.

Hay empresas pioneras que ya están midiendo y visibilizando esa mejora en la vida de las personas y orientando su estrategia a implementar las intervenciones que científicamente ya han demostrado que mejoran más.

Co-creación y medición científica del impacto social

Ahora bien, esa mejora tiene que ser avalada por métodos científicos, impulsada por evidencias que ya existen, sobre las que la comunidad científica internacional muestra consenso y co-creadas con las personas beneficiarias de la intervención. La credibilidad del tejido empresarial se erosionará si se comparten datos de mejora que no están contrastados, y/o no tienen en cuenta las voces de aquellas vidas que se dice mejorar.

Muchas empresas ya han entendido la dimensión del reto social y ambiental al que nos enfrentamos y están respondiendo con visión y agilidad. Las empresas de Asturias no se van a quedar atrás.