La irrupción de la pandemia ha supuesto un auténtico punto de inflexión en el mundo empresarial. A todos los niveles. El avance del virus ha trastocado nuestros hábitos y alterado las estrategias de marketing de un sinfín de marcas y negocios, incentivando un importante cambio en la forma en que piensan, se diversifican e interactúan con los consumidores.
En este contexto de crisis, marcado por la imparable transformación digital, es indispensable que las empresas tengan una fuerte presencia en Internet, gracias a la cual podrán mantener una comunicación directa con los clientes y avanzar en la nueva normalidad que todavía continúa perfilándose.
Con el paso del tiempo, las redes sociales se han convertido en un elemento imprescindible dentro del ecosistema corporativo. Para muchas organizaciones, las plataformas digitales constituyen el auténtico eje sobre el que gravita la estrategia de comunicación. Una ventana abierta al mundo que les permite tener presencia virtual, promocionarse e interactuar con su clientela, crearse una reputación o mejorar su imagen, todo lo cual ayuda a mejorar el propósito, el alcance y los resultados.
Sin embargo, conviene tener en cuenta que las redes sociales son particularmente activas en lo que a novedades y tendencias se refiere. Un canal vivo, maduro y en constante evolución al que nuestras grandes empresas, pymes y autónomos no pueden permanecer ajenos. Por lo tanto, mantenerse al corriente de los últimos cambios en el comportamiento de los usuarios y en las funcionalidades de estas plataformas son aspectos vitales a la hora de desarrollar una estrategia de marketing efectiva y exitosa.
A continuación, te contamos algunos de los principales cambios y tendencias que se vienen observando en los últimos meses en el ámbito de las RRSS.
El vídeo, rey del content marketing
Generar contenidos atractivos y de valor por parte de las empresas es un paso fundamental para escalar posiciones en el competitivo universo digital. A la hora de contar historias, el contenido audiovisual es y será, sin lugar a duda, una de las mejores estrategias de marketing. ¿El motivo? Este formato, uno de los más consumidos, constituye una potente herramienta de promoción, habida cuenta de su crecimiento exponencial (diversos estudios cifran en un 85% el tráfico en Internet en formato vídeo para el año 2022) y la capacidad de respuesta por parte de la audiencia. Hasta tal punto que las nuevas funcionalidades de retransmisiones en directo y stories están transformado por completo la comunicación social que conocíamos hasta la fecha.
- Contenido audiovisual en directo. La cobertura de eventos en directo y el live streaming en redes sociales constituyen recursos muy valiosos gracias a su poder para conectar con el público. Un largo confinamiento y la subsiguiente cancelación de acontecimientos presenciales se ha traducido en un aumento sobresaliente del número de personas que se ‘engancharon’ a las transmisiones en directo a través de Facebook, Instagram, YouTube, TikTok y Twitch, entre otras plataformas. Este contenido instantáneo, retransmitido aquí y ahora, ayuda a generar confianza, cercanía e inmediatez para las empresas de cara a su comunidad, promoviendo su participación y ofreciendo una imagen más real y humana sobre la marca o negocio. Ideal, asimismo, para generar expectativas. Además, en la actualidad, la mayoría de las redes sociales dan prioridad a las marcas o usuarios que usan el live stream por encima de otro tipo de publicaciones.
- Stories: el poder de lo efímero. Desde el punto de vista de las estrategias social media, las stories (contenidos audiovisuales con una fecha de caducidad de 24 horas) tienen un gran calado entre la población, conectando de forma directa con los consumidores y ayudando a la conversión. Razones más que suficientes para las marcas lo tengan en su radar, desarrollando contenido ad hoc adaptado a este formato. Al igual que ocurre con las retransmisiones en vivo, las stories -más flexibles e informales- deben contemplar un objetivo y aportar valor al usuario, publicando contenido muy fresco. Por ejemplo, la narración de historias (storytelling) mostrando modelos de negocio, la forma de trabajar, etc. es una forma muy efectiva para que un negocio se acerque a su público objetivo y potencie el engagement con su comunidad. En definitiva, una técnica para fidelizar y ganar clientes, generar ventas recurrentes y calar, como marca, en el corazón de los usuarios.
- Vídeos explicativos y educativos. Un contenido ideal para potenciar el tráfico web y el diálogo en el espacio de las redes sociales. Los tutoriales son especialmente útiles para mostrar información específica de una determinada empresa o sector de actividad.
La influencia del contenido generado por el usuario
Del inglés User Generated Content (UGC), el contenido generado por los usuarios, seguidores o fans de una marca es y continuará siendo una de las herramientas -y tendencias- más eficaces en el ámbito del content marketing para fraguar relaciones con su público objetivo y potenciar la experiencia del cliente. ¿Qué ventajas reporta para las empresas? Fundamentalmente, genera una mayor confianza, al estar más próximo o ligado a la realidad, un aspecto esencial para hacer que la marca parezca más confiable e incrementar el anhelado engagement. Además, suele ser gratuito, algo a tener muy presente. A pesar de no ser una novedad, cabe destacar que la forma en la que se crea y comparte sí que es actual (por ejemplo, recurriendo a remezclas de contenido a través de aplicaciones como Instagram Reels o TikTok).
Dentro de esta modalidad de UGC, el marketing de influencers continuará vigente en el tiempo, si bien se observa un peso cada vez mayor de los microinfluencers, usuarios de las redes sociales especializados en nichos de mercado o áreas específicas que generan y comparten contenido en sus perfiles sobre sus intereses, llegando a publicar material patrocinado en colaboración con determinadas marcas. Fuertemente conectados con sus audiencias, transmiten mayor cercanía y credibilidad.
La ‘viralidad’ de los memes
Este tipo de contenido visual, compuesto generalmente por imágenes acompañadas de un texto breve, constituye, en sí mismo, un fenómeno de comunicación gráfica y audiovisual. Con raíces en la antigua palabra griega ‘mimema’ (cosa o algo que es imitado), se trata de publicaciones, en la mayoría de los casos, con un gran impacto más allá de su componente meramente humorístico. Bien utilizados desde un punto de vista empresarial, su capacidad de transmisión masiva a través de redes sociales, correos electrónicos, blogs, etc. les convierte en un instrumento muy valioso para conectar con la audiencia, ganar tráfico y marcar tendencia.
La tecnología más puntera se abre paso: inteligencia artificial y realidad aumentada
Con un protagonismo al alza, la inteligencia artificial (IA) es otra de las tendencias actuales más importantes en redes sociales. El desarrollo de esta tecnología permite atender de forma inmediata y simultánea a todos los usuarios que deseen contactar con la empresa, mejorando así la atención al cliente y la imagen corporativa. Los chatbots ofrecen, por regla general, una experiencia más personalizada, allanando esa aproximación.
Por su parte, la realidad aumentada (RA), fenómeno emergente en 2020, continúa poco a poco asentándose en la esfera de las RRSS. Mediante este recurso tecnológico, las empresas pueden añadir información visual adicional, útil y necesaria, sobre aquellos elementos ya existentes, ayudando al usuario a generar experiencias que aportan un mayor conocimiento sobre el entorno, la marca, el producto o servicio. Todo ello puede traducirse en un ahorro de tiempo, una mejor toma de decisiones y, consecuentemente, un mayor nivel de satisfacción. Al mismo tiempo, su adopción contribuye a destacar de la competencia.
Potenciar la escucha social
Si bien el contenido -de calidad- es una pata fundamental en cualquier estrategia de social media, no menos importante es el fomento del diálogo con la audiencia. La comunicación en redes tiene que estar actualizada, adaptada a los acontecimientos, facilitando la interacción con clientes. Para ello, nada mejor que incorporar la escucha social a la estrategia digital. Un seguimiento que permite a las empresas estar atentas a lo que se dice -y cómo se dice- en las redes, tomar el pulso a las opiniones del público, analizar las menciones y conversaciones relacionadas con la marca o el negocio, obteniendo información de gran valor para descubrir nuevos consumidores y satisfacer sus necesidades y expectativas. Mantener conversaciones en tiempo real, más cercanas y humanas impulsan esa conexión emocional y el nivel de compromiso con la marca.
Apuesta por la (máxima) personalización
Un planteamiento que guarda relación directa con la escucha social. Las redes sociales empresariales deben enfocarse en la comunicación con el cliente, con la finalidad de brindarles la máxima personalización en función de sus inquietudes, gustos, intereses y necesidades. Gracias a esa labor de escucha social, las empresas pueden conocer de primera mano la reputación de la marca y las menciones publicadas. Una buena monitorización y análisis permite, a su vez, que ofrezcan anuncios, servicios y productos de manera más personalizada y efectiva a través de estas plataformas, ganándose el favor del público objetivo. Sin duda, aportar información clara y relevante facilita la labor de crear una conexión más sólida con los consumidores.
Mayor enfoque hacia unas audiencias socialmente responsables
La generación socialmente consciente tiene un impacto cada vez mayor sobre las marcas y la sociedad en su conjunto. Sabedoras de esta realidad, las empresas tienen que involucrarse más en temas como el medioambiente y la sostenibilidad, la igualdad, la inclusión y la justicia social, comprometiéndose con este tipo de causas, adoptando mensajes, acciones y promoviendo diversos compromisos sociales a través de sus redes. Crear contenido inclusivo y diverso es un paso esencial para que los consumidores se identifiquen con los valores de una determinada marca o propuesta comercial. Esa diversidad permite acercarse a la audiencia, llegar a más tipos de personas y aumentar el grupo de clientes potenciales. De no hacerlo, corren el riesgo de perder el favor del gran público.
El momento del social selling
Con la pandemia, la forma de hacer negocios y de adquirir nuevos clientes ha sufrido un cambio radical. Sin duda, una de las mejores maneras para mejorar la experiencia del usuario descansa en el social selling o social commerce, esto es, la integración y uso del comercio electrónico con las redes sociales, bien como método directo de venta; bien como medio para conseguir información o asesoramiento sobre un determinado producto o servicio. Un planteamiento comercial que ayuda a que los usuarios de este tipo de plataformas no tengan que abandonarlas para realizar una compra. Del lado de la empresa, esta modalidad representa, entre otras ventajas, una gran visibilidad y capacidad de difusión, así como un medio muy efectivo para potenciar el engagement del usuario con la marca gracias a un feedback muy fluido a través de los comentarios, sugerencias y dudas volcadas por la audiencia.
Foco en el cliente
Si antes del estallido pandémico primaba el número de clientes atendidos y la rapidez en la tramitación de las gestiones (respuesta a las dudas, quejas, etc.), hoy en día este servicio persigue, en esencia, construir unas interacciones más cercanas y humanas con los usuarios como parte de la experiencia de compra. Ahora, en un entorno omnicanal, la atención en redes resulta primordial para conocer y fidelizar a la audiencia, gracias a su conexión directa y transparente con las marcas. De este modo, se dinamiza la comunicación, se favorece la personalización del servicio y se generan relaciones más duraderas en el tiempo.
Conocer cómo funcionan los algoritmos de las redes sociales y familiarizarse con las nuevas plataformas
Como ecosistema en permanente evolución, las redes sociales viven inmersas en una vorágine de cambios algorítmicos. A pesar de convivir día a día con este tipo de secuencias lógicas o normas de programación que rigen la publicación de los contenidos, su funcionamiento, en muchas ocasiones, escapa a los usuarios, empresas, negocios y marcas incluidas. Por ello, conocer sus fundamentos es primordial para maximizar el alcance y la repercusión del contenido orgánico e interactuar con la audiencia de cara a conseguir los resultados propuestos.
Por ejemplo, saber que Facebook recompensa a aquellos perfiles que publican contenido con el cual interactúa la audiencia, priorizando las publicaciones con mayor número de likes, reacciones y comentarios (algo similar a lo que ocurre en Instagram, una aplicación propiedad del gigante estadounidense). O que Twitter prima la actividad en su red, de forma que cuantos más tweets se publiquen, más posibilidades de aparecer en los primeros lugares top y conseguir seguidores más rápidamente. Utilizar medios enriquecidos como imágenes y vídeos ayuda a conseguir esta meta.
Por último, señalar la aparición de nuevas redes y plataformas. Algunos ejemplos son Caffeine, el canal de streaming social para gamers (centrado en juegos y entretenimiento); FaceCast, que permite compartir y emitir en vivo vídeos cortos y videochats aleatorios; u Okuna, un site de publicaciones similar a Facebook que, a diferencia de la red de Marck Zuckerberg, vela por la privacidad de los usuarios.