Facebook, Twitter o LinkedIn son poderosas herramientas de marketing digital al alcance de las pymes.
En la sociedad actual, Google, Facebook, Twitter, Instagram, LinkedIn, YouTube e incluso la socorrida Wikipedia son sustantivos que no nos resultan ajenos, o en todo caso, son conceptos reconocibles en nuestro día a día. Si bien es cierto que de forma mayoritaria son categorizados en el ámbito lúdico y personal por ser redes sociales, no lo es menos el hecho de que constituyen comunidades virtuales que, bien utilizadas por empresas e instituciones, contribuyen de manera directa a mejorar sus resultados económicos y/o institucionales, cuando no, son las auténticas artífices del flujo principal de ingresos y reconocimiento social.
Para realizar ese necesario cambio de paradigma de red social a comunidad virtual, o lo que es lo mismo, de ser un recurso que agota un tiempo del que no disponemos a otro que trabaje en beneficio de nuestras organizaciones, primero, han de justificar su presencia por su cometido empresarial e institucional y segundo, han de vehicular de forma eficaz las aspiraciones de todos los grupos de interés con especial protagonismo de nuestros clientes.
Fidelización, compromiso, diferenciación, saber lo que piensan nuestros clientes, por qué nos compran o cómo establecemos un diálogo constante en el tiempo, son aspiraciones tan antiguas como el propio concepto de empresa, la piedra angular de la actividad diaria de su área comercial y de los profesionales que se dedican a ello y siendo honestos, de toda la organización. Con la definición y uso masivo de conceptos y técnicas del #marketing moderno en los años 50 del siglo pasado, se produjo una auténtica revolución en la forma de vender. Se evoluciona de vender lo que se produce a fabricar y proveer productos y servicios que generen satisfacción a nuestros clientes. De la satisfacción se pasó a la prosaica creación de valor y cuando el término ya no dio más de sí, a generar ilusión, clara muestra de que el cliente nunca dejó de ser persona y que además ha de ocupar necesariamente el centro en el diseño de estrategias comerciales y de imagen.
En un contexto donde la relación de nuestras empresas de asturias con sus clientes es más fácil que nunca pero también más exigente porque como ciudadanos/as estamos expuestos a una ingente cantidad diaria de datos y la tecnología necesaria ya es universal, no diferencial, una cuestión es clara, o gestionas eficazmente tu empresa en lo virtual e implementas medidas eficaces de marketing digital, o sencillamente la competitividad de tu organización se resentirá significativamente y en los más de los casos su supervivencia se verá comprometida a medio y largo plazo.
Nuestra oferta formativa incluye un curso de 45 horas en modalidad teleformación que te ayudará en ese proceso: desde la prospección, al marketing aplicado al producto, la gestión de proveedores, la comunicación y por supuesto, las comunidades virtuales.
Que las redes sociales no supongan una barrera para tu negocio. ¡No te quedes atrás!